A CONOCER LA VERDAD                       Sanar las Heridas vs Caja de Pandora

A CONOCER LA VERDAD

Sanar las Heridas vs Caja de Pandora

INTRODUCCIÓN

En 1978, la dictadura cívico-militar que ejerció el poder en nuestro país intentaba parafrasear a Cicerón cuando pregonaba "Los pueblos que olvidan su pasado están condenados a revivirlo".[1] Esta sentencia constituía la idea central del prólogo de un libro publicado por el gobierno de facto de la época, cuyo título era "Testimonio de una Nación Agredida".[2] Dicha publicación pretendía, en parte, justificar la irrupción de la dictadura, como salvaguarda del país ante las acciones de lo que la misma denominaba "grupos subversivos".[3]

Por el contrario, el presente trabajo intenta demostrar que, tal como dijo Cicerón, "Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla", en el entendido que la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, y no un enfoque sesgado, es lo que obrará como antídoto para evitar la recurrencia de una historia que la sociedad no quiere volver a vivir. Tal cual se desarrolla en el artículo titulado "Las Amistades Peligrosas" de la revista española Cambio 16,[4] referido al régimen gobernante en la época de República Democrática Alemana -RDA- previo a la caída del Muro de Berlín; pudiendo establecerse algunos paralelismos con lo ocurrido durante la última dictadura cívico-militar en nuestro país.

En ambos casos, se aprecia cómo la politización del aparato estatal actúa en favor de la élite dictatorial de turno -muchas veces para beneficio propio- y en contra de la sociedad, la cual se fragmenta desconfiando de sí misma así como de sus integrantes.

ASUMIENDO EL PASADO

Cuando el pasado es doloroso conocer la verdad es su mejor remedio. La verdad abre el paso a la justicia y ésta a la reconciliación.[5]

La reconciliación se refiere al proceso por el cual la sociedad toda conoce la verdad, asume los hechos y en base a ello se proyecta al futuro. De lo contrario, la desconfianza que surge al convivir cotidianamente víctimas y victimarios imposibilita la vida en paz. Muchas veces estos últimos amparados en el anonimato.

Tal vez la manera más directa y honesta para evitar tal desconfianza, es que quienes fueron víctimas de excesos, investigaciones, seguimientos y actividades similares puedan acceder a la información sobre ellos colectada, cuyo fin era producir extensos dossiers o archivos para "etiquetarlos" o "catalogarlos" o tenerlos "marcados". Ello junto a la identificación y juicio a los perpetradores harán posible que quienes se vieron afectados puedan volver a confiar en la sociedad que todavía integran, en la esperanza de que nunca más volverán a ser víctimas de tales excesos.

Tanto en el caso de la "Stasi" -Policía Política del régimen en la otrora RDA- como en el de la dictadura uruguaya, se utilizó el aparato estatal y la impunidad que ello otorgaba en la época, para desintegrar el entramado social. Ello se lograba en la medida que se cooptaban familiares y amigos de quienes estaban bajo vigilancia o investigación, a los efectos de obtener la información necesaria para engrosar los dossiers. Sin lugar a dudas, ello era una práctica deleznable tanto desde el punto de vista ético como del moral y social. La delación del prójimo elevada a la máxima potencia en beneficio de la élite gobernante.

Cuando la sociedad busca reconciliarse consigo misma, la desclasificación y publicación de los archivos sobre los cuales se etiquetaron y persiguieron personas constituye una medida por demás necesaria para la vuelta a la confianza y la regeneración del tejido social.

Es así que durante el proceso de reunificación de las dos Alemanias el Estado creó una comisión de administración de los archivos sobre personas que poseía la Stasi, habilitando las consultas para que quienes así lo deseaban, tomaran conocimiento de primera mano de lo que sobre ellos se había colectado, escrito y catalogado.[6]

Un paso similar pareció dar el primer gobierno de Tabaré Vázquez -2005-2010- En tal sentido la Ministra de Defensa de la época, Dra. Azucena Berruti tomó la iniciativa de ingresar a una unidad militar de inteligencia e "incautar" voluminoso material de archivos sobre ciudadanos que había sido elaborado durante la pasada dictadura. El procedimiento no fue del todo eficiente, ya que posteriormente un jerarca militar logró hacerse de parte de los archivos incautados y mantenerlos bajo su custodia en su residencia particular para evitar que llegaran a manos de la ministra y de sus colaboradores.

Los casos de la RDA y del Uruguay, aunque similares, muestran importantes diferencias. En el caso alemán, los ciudadanos que se sintieron afectados tuvieron la posibilidad de solicitar la consulta a los archivos que sobre ellos la Stasi había elaborado. En el caso uruguayo, la Ministra Berruti dispuso que el material fuera previamente estudiado y analizado por una persona de su "estricta confianza."[7]

La expectativa generada en torno a los archivos incautados por Berruti se fue diluyendo, en la medida que el tiempo fue transcurriendo y nada se sabía del contenido de tales archivos. Los rumores no se hicieron esperar y se corrió la versión de que los mismos incluían información que comprometía a algunas personalidades ya sea del gobierno como del partido político en el poder.

¿UNA CAJA DE PANDORA?

En regímenes dictatoriales donde la vigilancia del individuo forma parte del modus operandi del aparato estatal, la compra de lealtades y la infiltración de los grupos sociales son moneda corriente. De allí el deterioro consecuente del capital social. Dicha lógica implica la connivencia en este oscuro proceso por parte de personalidades políticas, líderes sociales, familiares y amigos.

Esto ha sido patente en el caso de la RDA, tal como se describe en el artículo referido de la revista Cambio 16, abriendo una suerte de "caja de Pandora", al descubrirse y hacerse público el involucramiento en tareas de doble espionaje de connotados líderes políticos, así como de familiares de otras personalidades ya sea del arte como entidades sociales.[8]

Sin embargo, en el caso uruguayo, luego de la incautación inicial del material, el tema quedó en un "limbo" por una decena de años, hasta que recientemente, los archivos que habían sido extraídos en su oportunidad por un jerarca militar fueron encontrados por la Justicia en un allanamiento diligenciado en su domicilio particular.[9]

¿Cuál es la razón por la cual no se da a conocer públicamente el contenido de los archivos de la dictadura uruguaya incautados tanto en 2007 como recientemente?

Lamentablemente en vez de respuestas se presentan más preguntas.

¿Existe el temor a abrir una caja de Pandora, dentro de la cual -amén de revelarse nombres y acciones de militares- se involucre a connotadas personalidades políticas o del actual gobierno en connivencia con la dictadura?

¿Qué pasó con el estudio y análisis que hiciera el Sr. Gregori durante la gestión de la Ministra de Defensa, Dra. Azucena Berruti?

La ausencia de respuestas -al momento- a tales preguntas generan dudas y no mitigan la desconfianza existente en la sociedad. Como se analizó, la recuperación de la confianza en el entramado social es fundamental para la reconciliación de la sociedad en su conjunto.

AMODIO PÉREZ, UN HALO DE ESPERANZA

La comparecencia en los juzgados de Héctor Amodio Pérez y su consecuente procesamiento es el corolario de una situación aun no esclarecida en materia de verdad, justicia y reconciliación. A la falta de respuestas a las preguntas formuladas en el título anterior se contrapone el juicio de Amodio Pérez y los testimonios de varios ciudadanos citados por el Juez que adujeron ser víctimas del señalamiento y la delación por parte del ex-tupamaro.

Este caso presenta una interesante similitud con lo referido en el artículo de la revista Cambio 16 sobre la RDA y los espionajes y delaciones llevados a cabo por políticos, familiares y amigos hacia individuos señalados como disidentes u opositores al poder. Es por esa razón que el artículo se titula "Las Amistades Peligrosas".

Volviendo a nuestro país, Amodio Pérez fue un connotado integrante del MLN-T, el cual una vez capturado por las fuerzas conjuntas y mantenido prisionero en una unidad militar, optó por colaborar con sus captores brindando información y concurriendo personalmente junto a militares a procedimientos operativos para capturar otros miembros del MLN-T. En tal sentido, su rol fue delatar o "señalar" a tales miembros para de esta forma poder ser capturados. Por tal motivo fue señalado por sus colegas como "traidor".

He aquí la semejanza con el caso alemán. Podría decirse que Amodio Pérez, obró en contra de sus iguales, de sus compañeros políticos y de acciones guerrilleras, en beneficio propio, sin medir consecuencias para sus correligionarios. Una vez capturado Amodio Pérez transformó su génesis guerrillera un una suerte de "amistad peligrosa", para usar la expresión de la revista española referida en este trabajo.

Tal vez la situación generada en torno a Amodio Pérez permita abrigar la esperanza de que los archivos de la dictadura incautados en el pasado y ahora recientemente, puedan darse a conocer, para de ese modo descubrir otras "amistades peligrosas" -si fuera el caso- También debería servir para abrir el camino a la reconciliación, y por ende, la vuelta a la confianza de los individuos en nuestra sociedad, para que no se vuelva a dar lo que Werner Fischer concluyera: "Las víctimas descubren que fueron traicionados por amigos y familiares".[10]


[1] Marco Tulio Cicerón (Italia, 106 AC - 43 AC). Escritor, político y orador romano. En rigor, la célebre frase de Cicerón rezaba "Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla".

[2] Testimonio de una Nación Agredida, pág. 5; Comando General del Ejército, 1978, Montevideo, Uruguay; disponible en https://www.radiovirtualga.org.uy/Libros/Nueva%20carpeta/Testimonio%20de%20una%20nacion%20agredida.pdf

[3] Ibídem.

[4] Cambio 16, Copyright 1991, Printed in Spain, volumen encuadernado 1/1992, N° 1.053/27-I-92, pág. 19.

[5] John Paul Lederach, Civil Society and Reconciliation, pág. 851; Turbulent Peace, Chester A. Crocker, Fen Osler Hamson, Pamela Aall, United States Institute of Peace, First Published 2001,

[6] Cambio 16, Copyright 1991, Printed in Spain, volumen encuadernado 1/1992, N° 1.053/27-I-92, pág. 19.

[7] Ésa fue la expresión utilizada por la Ministra Azucena Berruti, siendo a la sazón dicha persona el Sr. Grégori, a la postre devenido en Coordinador Nacional de Inteligencia.

[8] Cambio 16, Copyright 1991, Printed in Spain, volumen encuadernado 1/1992, N° 1.053/27-I-92, pág. 19.

[9] Incautan Documentos de la Dictadura en Allanamiento, Diario El País, 4 de octubre de 2015; extraído el 20/10/15; disponible en https://www.elpais.com.uy/informacion/operativo-incautan-documentos-dictadura-allanamiento.html

[10] Cambio 16, Copyright 1991, Printed in Spain, volumen encuadernado 1/1992, N° 1.053/27-I-92, pág. 19.